Cuando hablamos de salud auditiva, solemos centrarnos en el sentido del oído, pero rara vez pensamos en la forma y la integridad del pabellón auricular, esa parte visible y externa de la oreja. Sin embargo, su estructura también puede sufrir lesiones, algunas de ellas muy características. Un ejemplo claro es la llamada “oreja de coliflor”, una alteración visible y permanente que puede afectar tanto a la estética como a la salud general del oído.
Aunque las orejas de coliflor no siempre afectan directamente al canal auditivo, hay que tener en cuenta que cualquier alteración en la estructura del oído puede influir, en mayor o menor medida, en la captación y conducción del sonido. Además, en algunos casos, pueden aparecer tapones de cerumen de manera más habitual o dificultades para colocar dispositivos auditivos como audífonos, si fuera necesario en el futuro.
Qué es y cómo se produce la oreja de coliflor
También conocida como hematoma auricular crónico, la oreja de coliflor es una deformidad del pabellón auricular provocada por traumatismos repetidos o una lesión directa que daña el cartílago de la oreja. Su nombre se debe a la forma abultada y rugosa que adquiere tras el daño, muy similar al aspecto de una coliflor.
La oreja humana está compuesta por cartílago recubierto por una fina capa de piel. No tiene una gran vascularización, es decir, no cuenta con muchos vasos sanguíneos, por lo que su capacidad de regeneración por daños es limitada. Cuando se recibe un golpe fuerte o repetido en el pabellón auricular, se pueden romper pequeños vasos sanguíneos, provocando un acúmulo de sangre entre el cartílago y la piel. Este acúmulo se llama hematoma.
Si ese hematoma no se drena y trata a tiempo, la sangre atrapada presiona y separa el cartílago de la piel, impidiendo que le llegue oxígeno y nutrientes. Con el tiempo, el cartílago muere y el cuerpo reemplaza ese tejido dañado con una cicatriz fibrosa gruesa y desorganizada, que es lo que provoca la deformación en forma de coliflor.
Este tipo de lesión es común en deportes de contacto como la lucha libre, el rugby, el boxeo o el judo, donde los golpes en la cabeza y en las orejas son frecuentes. Si no se trata adecuadamente, la oreja afectada puede perder su forma original de manera irreversible.
Principales consecuencias y grupos de riesgo de la oreja de coliflor
Aunque en muchos casos las orejas de coliflor no afectan directamente al sentido del oído de forma habitual, sí pueden traer consigo diversos tipos de complicaciones:
- Estéticas: la deformidad es muy visible y puede generar baja autoestima o complejo, especialmente en personas jóvenes o en profesiones de cara al público.
- Dolor e inflamación: durante las primeras fases, el hematoma puede ser doloroso, caliente al tacto e inflamarse con facilidad.
- Infecciones: la acumulación de sangre y el tejido cicatricial pueden favorecer la aparición de infecciones que pueden agravar la lesión, como la pericondritis, una infección del cartílago auricular.
- Pérdida auditiva parcial: en casos más severos o cuando hay infecciones repetidas, la estructura del oído puede verse afectada, dificultando la conducción del sonido hacia el canal auditivo.
- Rigidez auricular: la oreja puede perder flexibilidad, volviéndose dura al tacto y más vulnerable a futuros traumatismos.
Aunque cualquier persona puede sufrir un traumatismo en la oreja, hay algunos grupos de riesgo más frecuentes por la exposición a posibles lesiones, especialmente las personas que realizan deportes de contacto, como los boxeadores, jugadores de rugby y artes marciales. En muchos casos, la oreja de coliflor se considera casi un “símbolo” dentro de estos deportes, aunque no por ello deja de ser una lesión.
Otros grupos de riesgo son los niños o las personas mayores, que suelen sufrir caídas con mayor frecuencia, así como los pacientes con trastornos de coagulación o que toman anticoagulantes, ya que pueden desarrollar hematomas con más facilidad.
Tratamiento y prevención de la oreja de coliflor
Evitar la aparición de la oreja de coliflor es posible gracias a que la prevención es bastante eficaz si se actúa con rapidez y se siguen las siguientes recomendaciones:
- Uso de protectores auriculares: existen cascos y protecciones especiales para deportes de contacto que amortiguan los golpes en la zona de las orejas.
- Reconocimiento temprano del hematoma: ante cualquier inflamación, cambio de color o dolor en la oreja tras un golpe, es fundamental acudir a un profesional sanitario.
- Drenaje médico del hematoma: intentar drenar un hematoma en casa puede empeorar la lesión y aumentar el riesgo de infección. Es fundamental acudir a un especialista sanitario para que pueda realizar un pequeño drenaje para extraerlo y colocar una compresión que evite que la sangre vuelva a acumularse.
- Seguimiento médico: en casos de traumatismos reiterados, es aconsejable un seguimiento regular con un otorrinolaringólogo o un especialista en medicina deportiva.
El tratamiento de la oreja de coliflor depende de la fase en la que se encuentre la lesión. Cuando el hematoma es reciente, lo ideal es acudir al médico lo antes posible para que realice un drenado mediante una pequeña incisión, aplicando posteriormente una compresión durante varios días. Si se producen infecciones se tratarán con antibióticos, y si hay abscesos, puede ser necesario drenarlos quirúrgicamente.
En caso de que la oreja ya esté deformada, el tratamiento es más complicado. Si hay molestias o problemas estéticos importantes, puede recurrirse a una intervención quirúrgica conocida como otoplastia reconstructiva, que intenta restaurar la forma original del pabellón auricular. Sin embargo, los resultados no siempre son perfectos y el proceso puede ser largo.
Desde Audika, como expertos en salud auditiva, recordamos que cuidar las orejas es mucho más que oír bien: también implica proteger su forma, su integridad y su funcionalidad. Acudir a revisiones periódicas, prestar atención a posibles molestias o cambios y actuar rápidamente ante cualquier traumatismo, puede marcar la diferencia entre una buena salud auditiva y una lesión permanente. Si tú o alguien cercano practica deportes de contacto o ha recibido un golpe en la oreja, no lo dejes pasar. Consulta con uno de nuestros especialistas y realiza una prueba auditiva gratuita en uno de nuestros centros Audika y protege tu salud auditiva.