En tu cita, el audioprotesista te hará algunas preguntas sencillas sobre tu estilo de vida, historial familiar y si tienes dificultad para oír en alguna situación concreta (como en lugares públicos ruidosos, las conversaciones telefónicas, etc.).
El audioprotesista examinará el interior de tus oídos usando un instrumento llamado otoscopio, que es no intrusivo y está diseñado para determinar si tienes alguna obstrucción o infección de oído que pueda estar afectando temporalmente a tu capacidad para oír bien.
Tras eso, se te pedirá que escuches una serie de sonidos a través de la última tecnología de inserción auditiva, con diferentes frecuencias e intensidad. Esto determinará si tienes problemas para escuchar cierto tipo de sonidos, lo que puede afectar a tu capacidad auditiva. Esta parte de la prueba se conoce como "audiometría".
A continuación preguntaremos a un familiar o amigo (la persona que te acompañe a la revisión en nuestro centro) que lea una lista de palabras, y se te pedirá que repitas las palabras que escuches. Este ejercicio demostrará si escuchas bien el habla en un entorno de vida real. Esto se conoce como prueba de voz familiar, una técnica pionera de Audika diseñada para evaluar si escuchas bien en entornos tranquilos y ruidosos.