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misofonia que es
Blog de la audición

Misofonía: qué es, causas y cómo tratar la intolerancia a ciertos sonidos

Autor: Audika

15/12/2025 • 2min lectura

La misofonía es una condición auditiva poco conocida que cada vez afecta a más personas. Se caracteriza por una intolerancia selectiva a ciertos sonidos cotidianos, como masticar, teclear, el clic de un bolígrafo o incluso la respiración de alguien cercano. Quienes la padecen pueden experimentar ansiedad, irritación o estrés intenso al enfrentarse a estos estímulos, lo que puede afectar a su vida social, familiar y laboral.

Aunque la misofonía aún no es ampliamente reconocida, su impacto en la calidad de vida es real y merece atención. Muchas personas intentan ignorar los síntomas, pero esto puede generar problemas emocionales y físicos a largo plazo. Por eso, acudir a un experto en el cuidado de la salud auditiva es fundamental. Un diagnóstico profesional permite determinar si se trata de misofonía y establecer tratamientos personalizados que ayuden a controlar las reacciones frente a los sonidos desencadenantes.

¿Qué es la misofonía?

La misofonía se define como una reacción emocional negativa e intensa frente a sonidos específicos, generalmente cotidianos. Estos sonidos, que para la mayoría son neutros o incluso imperceptibles, provocan en las personas afectadas irritación, ansiedad o malestar.

A diferencia de los acúfenos, que son percepciones internas de sonidos como zumbidos o pitidos, la misofonía se desencadena por sonidos externos específicos y genera una respuesta emocional desproporcionada. Reconocer esta diferencia es crucial, ya que permite aplicar el enfoque terapéutico adecuado y evita confusiones con otras afecciones auditivas.

Causas de la misofonía

Las causas exactas de la misofonía aún no están completamente definidas, pero se sabe que involucran tanto factores neurológicos como emocionales. El cerebro de las personas con misofonía puede asociar ciertos sonidos con emociones negativas o experiencias pasadas, provocando una reacción automática de estrés o rechazo.

Además, el sistema auditivo juega un papel importante: aunque el oído en sí funcione correctamente, las vías neuronales que procesan los sonidos pueden activar de manera exagerada las emociones, generando respuestas intensas ante estímulos aparentemente inofensivos. El estrés crónico, la ansiedad o la sensibilidad sensorial previa también pueden contribuir al desarrollo o agravamiento de la misofonía.

Principales síntomas de la misofonía

Los síntomas de la misofonía pueden variar en intensidad, pero los más comunes incluyen:

  • Irritación y enfado ante sonidos cotidianos.
  • Ansiedad o ataques de pánico al exponerse a ciertos estímulos.
  • Estrés persistente, especialmente en entornos donde los sonidos desencadenantes son frecuentes.
  •  Aislamiento o dificultades para mantener relaciones personales o profesionales.

Algunos de los sonidos que suelen generar malestar son masticar, teclear, toser, crujir objetos, la respiración de otras personas o incluso el sonido de la propia voz al hablar. Reconocer estos detonantes permite desarrollar estrategias efectivas de manejo de la misofonía.

¿La misofonía es una enfermedad?

La misofonía no está catalogada oficialmente como enfermedad, sino como un trastorno o alteración de la percepción auditiva. Esta distinción es importante: aunque no figure en muchos manuales médicos, la misofonía es una condición real que puede afectar gravemente la calidad de vida de quien la padece.

Diferenciarla de otros problemas auditivos, como los acúfenos o la hiperacusia, es fundamental para aplicar el tratamiento correcto. Reconocer la misofonía como un trastorno legítimo facilita que los pacientes busquen ayuda profesional y reciban estrategias de manejo adaptadas a sus necesidades.

Cómo se trata la misofonía

El tratamiento de la misofonía combina enfoques psicológicos, conductuales y auditivos:

  • Terapias psicológicas y conductuales: la terapia cognitivo-conductual ayuda a modificar la respuesta emocional frente a los sonidos desencadenantes y a reducir la ansiedad asociada.
  • Estrategias de manejo diario: adaptar el entorno, planificar actividades y practicar técnicas de relajación contribuye a disminuir el impacto de los sonidos en la vida cotidiana.
  • Enfoque auditivo: auriculares con cancelación de ruido, entornos silenciosos o música de fondo pueden ayudar a minimizar la exposición a estímulos que provocan malestar.

El acompañamiento de un experto en salud auditiva es esencial para evaluar cada caso, descartar otras patologías y diseñar un plan personalizado que mejore significativamente la calidad de vida.

Preguntas frecuentes

¿La misofonía tiene cura?

Actualmente, no existe una cura definitiva para la misofonía. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y estrategias de manejo, es posible controlar los síntomas, aumentar la tolerancia a los sonidos y mejorar la vida diaria. Muchas personas logran reducir el estrés y la ansiedad asociados, recuperando la tranquilidad y la confianza en entornos que antes les resultaban problemáticos.

¿Qué hacer si creo que sufro misofonía?

Si sospechas que puedes tener misofonía, estas recomendaciones pueden ayudarte:

  1. Registrar los sonidos desencadenantes y las reacciones que generan.
  2. Evitar el autodiagnóstico: consulta siempre a un especialista auditivo.
  3. Aplicar estrategias de manejo diario, como entornos adaptados, auriculares con cancelación de ruido o técnicas de relajación.
  4. Buscar apoyo profesional, incluyendo audiología y terapias psicológicas específicas.

No ignores los signos de la misofonía: un diagnóstico temprano es clave para recuperar la tranquilidad y disfrutar del día a día sin malestar. En Audika, nuestros centros auditivos ofrecen revisiones auditivas gratuitas, diagnóstico profesional y soluciones adaptadas para mejorar tu bienestar auditivo.